¿Qué es la vitamina D y dónde se encuentra?
La vitamina D es una vitamina soluble en grasa, relativamente resistente al calor, pero puede dañarse a través de la luz y del oxígeno. Desafortunadamente, solo una pequeña parte de nuestras necesidades de vitamin D puede ser absorbida a través de la dieta. Sin embargo, nuestro cuerpo puede formar vitamina D a través de la exposición a la radiación UV (luz solar).
La vitamina D se encuentra en forma de colecalciferol (vitamina D3) o como provitamina 7-dehidrocolesterol en alimentos de origen animal. El pescado con alto contenido de grasa, como el salmón o el arenque, contienen concentraciones más altas de vitamina D. La yema de huevo, la leche y los productos lácteos, sin embargo, tienen niveles más bajos. Las fuentes vegetarianas son bastante insignificantes para un suministro de vitamina D. Solo algunas verduras como la col y las espinacas, las levaduras y algunos hongos contienen trazas de vitamina D2 (ergosterol).
Dado que la vitamina D puede ser suministrada a través de la dieta y puede ser producida por radiación solar, ocupa una posición especial entre las vitaminas. Sin embargo, la ingesta a través de la comida no es la más decuada. El nivel recomendado en la sagre es de al menos 75 nmol / l. Gracias a la exposición solar, se puede lograr un nivel deseado de Vitamina D sin necesidad de tomar suplementos. Sin embargo, esto trae consigo otras desventajas tales como el envejecimiento de la piel o incluso cáncer.
Incluso en verano, la radiación a partir de las 16 es demasiado débil, por lo que una estancia al aire libre después del trabajo no puede contribuir a la producción de vitamina D.
En latitudes nórdicas, no es posible la formación de vitamina D en invierno. A través de nuestra propia sombra, se puede valorar si la intensidad de la radiación solar es suficiente para que el cuerpo produzca vitamina D. Si la sombra es más larga que el propio cuerpo, la intensidad del sol es demasiado baja.
Esto significa que en muchos países la síntesis de vitamina D no es posible durante la temporada de invierno. Pero incluso en verano, la radiación es demasiado baja a partir de las 16 horas, por lo que una estancia al aire libre después del trabajo no puede contribuir a la producción de vitamina D. Para poder formarla, sería necesario exponerse al sol durante las horas del medio día. Por supuesto, esto no es siempre posible, por lo que se recomienda una ingesta adicional de vitamina D para nuestro estilo de vida, no solo en los meses de invierno sino también en verano.
El nivel insuficiente de vitamina D se asocia con un mayor riesgo de diversos trastornos.
¿Por qué es necasaria la vitamina D?
Un nivel inadecuado de vitamina D se asocia con un mayor riesgo de diversas enfermedades. El riesgo de cáncer de próstata, colon o mama puede aumentar.
La incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, osteoporosis o esclerosis múltiple también puede estar asociada con la deficiencia de vitamina D.
La vitamina D es especialmente importante para el metabolismo óseo. Es responsable de la regulación del calcio y de fosfato, así como del transporte del calcio y de la absorción del calcio del intestino. También contribuye al endurecimiento y la mineralización del hueso. También reduce la presión arterial, apoya el sistema inmune, tiene propiedades anticancerígenas y protege el páncreas.
¿Quién necesita vitamina D adicional?
De acuerdo con el Estudio Alemán de Consumo del 2008, el 82% de los hombres y el 91% de las mujeres no consumen suficiente vitamina D a través de los alimentos, por lo que la vitamina D se considera oficialmente un nutriente crítico.
Una ingesta regular de 20 – 25 μg / d de vitamina D es una forma ideal de normalizar un estado insuficiente de vitamina D. En particular, los bebés y los niños pequeños, pero también los ancianos, así como las personas con enfermedades intestinales y renales crónicas, tienen una mayor necesidad de vitamina D. A asmáticos, diabéticos y pacientes con esclerosis múltiple también se les recomienda una ingesta adicional de vitamina D.
Si se utiliza un factor de protección solar alto (FPS 20 o superior), también se debería considerar una complementación de vitamina D. Otros grupos de riesgo especiales son los veganos y vegetarianos, así como personas con piel oscura, ancianos que viven en residencias o enfermos crónicos, sin olvidar a las personas, que generalmente pasan la mayor parte del tiempo en oficinas.