¿Qué son los probióticos y dónde se encuentran?
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se ingieren en cantidades suficientes, pueden ser muy beneficiosos para la salud. Los lactobacilos, también llamados bacterias del ácido láctico, así como las bifidobacterias son las cepas bacterianas más conocidas y comunes. Los productos lácteos como el requesón, el yogur, las bebidas lácteas o las verduras fermentadas en ácido láctico (por ejemplo, el chucrut) contienen una gran cantidad probiótica.
Sin embargo, debido a los valores de pH antibacterianos en el estómago, deben suministrarse cantidades muy elevadas de gérmenes vivos a través de los alimentos para que un número significativo de ellos pueda llegar a su destino, la flora intestinal, y hacer una contribución positiva a nuestro estado de salud.
El suministro regular de probióticos altamente dosificados y activos en forma de complementos alimenticios -protegidos por cápsulas resistentes a los ácidos o preparados especiales en polvo- es, por lo tanto, la opción claramente más eficaz para los efectos preventivos o terapéuticos deseados.
Es importante asegurarse de que los probióticos contengan diferentes cepas (los llamados preparados multicepas) y se utilicen en concentraciones suficientes (se recomiendan al menos 10.000 millones de unidades formadoras de colonias por dosis diaria). Estas cápsulas a menudo también contienen azúcares especiales como la inulina, que ayudan a los gérmenes en su activación y rápida reproducción.
Probióticos – una ayuda eficaz para el tratamiento de la inflamación gastrointestinal, alergias, resfriados y neurodermatitis.
¿Por qué necesitamos probióticos?
Numerosos estudios han demostrado que una ingesta terapéutica de probióticos es una ayuda eficaz en el tratamiento de la inflamación gastrointestinal, alergias, resfriados y neurodermatitis en niños. Existen tratamientos para la diarrea inducida por virus y bacterias, la diarrea asociada a antibióticos y la diarrea relacionada con los viajes. Los probióticos también promueven la función de barrera de la mucosa intestinal, lo que significa que menos patógenos pueden entrar en el cuerpo. Esto es particularmente ventajoso para las personas gravemente enfermas.
El suministro de suficientes bacterias probióticas también puede influir positivamente en la flora vaginal y en la membrana mucosa del tracto urinario. Pueden reducir la ocurrencia de infecciones micóticas de la vagina y las infecciones del tracto urinario.
Además de su capacidad de protegerse directamente de los patógenos, los probióticos también son capaces de estimular el sistema inmunitario intestinal (MALT), que representa el 70-80% de la inmunidad adquirida.
Las sustancias probióticas pueden influir positivamente en el sistema inmunológico a través de su capacidad para aliviar los síntomas de enfermedades alérgicas como la fiebre del heno, el asma y la dermatitis atópica. También reducen el riesgo de tumores de colon. Al fortalecer la flora intestinal, el sistema inmunológico de influencia positiva también puede prevenir el desarrollo de cáncer en otros tejidos.
La causa más común de úlceras estomacales son las infecciones por Helicobacter pylori, que pueden causar cáncer de estómago si no se tratan. Esta es la razón por la que una ingesta preventiva de probióticos es una gran ventaja. Además, los estudios han encontrado que la ingesta durante eventos estresantes de la vida, como el estrés en el trabajo, exámenes u otro tipo de estrés mental, tiene efectos positivos.
A las personas que toman antibióticos o se someten a quimioterapia o radioterapia se les aconseja tomar probióticos adicionales.
¿Quién necesita probióticos adicionales?
Especialmente las personas que toman antibióticos o que tienen que someterse a quimioterapia o radioterapia se les aconseja tomar probióticos adicionales, ya que esto puede llevar a una alteración considerable en la colonización microbiana del intestino, nuestro microbioma. Esto, a su vez, permite una mayor y más fácil colonización de gérmenes patógenos. Esto se puede minimizar o prevenir mediante el apoyo específico de la flora intestinal durante el tratamiento medicinal.
Además, un suministro adecuado de probióticos puede influir positivamente en los síntomas de la menopausia, como sofocos, trastornos del sueño y cambios de humor.