Un estudio alemán encontró que un tratamiento a largo plazo con bisfosfonatos conduce a una deficiencia de coenzima Q10 y vitamina E. El cuerpo necesita ambos ingredientes activos para ralentizar la pérdida ósea frente a la osteoporosis. Por lo tanto, la coenzima Q10 adicional optimiza dicha terapia a largo plazo.
Los bisfosfonatos tienen efectos secundarios. Hasta el 10% de las mujeres tratadas con este padecen molestias gastrointestinales como acidez estomacal, dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarrea. Raramente pueden ocurrir úlceras, perforaciones o hemorragia del esófago.
Como contramedida, se debe tomar los productos en posición vertical para evitar el reflujo hacia el esófago. Los efectos secundarios, como el dolor en los huesos o en las articulaciones, son poco frecuentes y es más probable que ocurran con una terapia a largo plazo. Los medicamentos orales se deben tomar 60 minutos antes del desayuno.
Protección contra la osteoporosis después de la menopausia.
El efecto más importante de los bisfosfonatos es la inhibición de los osteoclastos o la resorción ósea, es decir, la descomposición del tejido óseo. Como regla general, se prescriben para la osteoporosis posmenopáusica, así como para otras enfermedades óseas.
Cuanto más larga es la duración del tratamiento, mayor es la falta de coenzima Q10 y vitamina E.
¿Falta de coenzima Q10 y vitamina E?
Un estudio conjunto de dos universidades alemanas examinó a 71 mujeres con osteoporosis posmenopáusica que de otra manera estaban clínicamente sanas. Veintisiete de los pacientes habían recibido aminobifosfonatos por vía oral o intravenosa. Diecisiete sirvieron como grupo de control.
El grupo de mujeres medicadas mostró el desarrollo de una deficiencia de la coenzima Q10 y también de la vitamina E. La intensidad de esta reducción se correlacionó directamente con la duración del tratamiento.
Las consecuencias
Estudios sobre los trastornos del metabolismo lipídico han demostrado que la deficiencia de coenzima Q10 puede causar dolor muscular y articular. Esto también ocurre en particular como un efecto secundario de la ingesta de estatinas que reducen el colesterol. Tanto la vitamina E como la coenzima Q10 actúan como antioxidantes y se necesitan para inhibir aquellas células que descomponen los huesos en la osteoporosis.
La coenzima Q10 también puede inhibir la llamada diferenciación de osteoclastos. Se puede encontrar más información, especialmente sobre la coenzima Q10, sus efectos y aplicaciones en este artículo.
Todo ello abre un nuevo punto de partida para la optimización de la terapia de la osteoporosis con bisfosfonatos, especialmente en pacientes a largo plazo.