¿Qué es la coenzima Q10 y dónde se encuentra?
La coenzima Q10 es una sustancia liposoluble similar a la vitamina E, que es producida por el propio organismo, por un lado, y que puede ser absorbida a través de la dieta, por otro. Con la edad, el cuerpo ya no puede producir suficiente coenzima Q10, por lo que es necesario un suministro adicional.
La necesidad de mantener los niveles de coenzima Q10 es de alrededor de 1,5 g por día. Aproximadamente de 5 a 10 mg son suministrados a través de la dieta, el resto lo forma el propio organismo hasta una cierta edad. La Q10 está presente en muchos alimentos, pero sólo en bajas concentraciones. Los mejores proveedores son la carne y ciertos pescados, como la caballa o las sardinas, las nueces, las almendras, la soja y el germen de trigo.
¿Por qué se necesita coenzima Q10?
La coenzima Q10 desempeña un papel central en la producción de energía en la cadena respiratoria. Es el requisito previo para el suministro de energía de la célula y, por lo tanto, un factor esencial para el rendimiento. Refuerza las defensas inmunitarias, mantiene la integridad y estabilidad de las membranas celulares y previene los procesos de envejecimiento, de especial importancia para la piel.
La coenzima Q10 también es esencial para el metabolismo energético del músculo cardíaco. En enfermedades cardiológicas como un músculo cardíaco debilitado o un suministro insuficiente de oxígeno al corazón, el nivel de Q10 en el músculo cardíaco se reduce significativamente. Este empobrecimiento energético del tejido puede ser contrarrestado por una sustitución diaria de 60 a 500 mg de Q10.
Los resultados del estudio inicial indican que entre el 60 y el 75% de los pacientes tratados con coenzima Q10 mostraron una mejora significativa en el rendimiento. Además, se observó un aumento significativo en la esperanza de vida en individuos con un músculo cardíaco debilitado.
Como el cuerpo produce cada vez menos coenzima Q10 con la edad, se recomienda tomarla a partir de los 40 años.
¿Quién necesita coenzima Q10 adicional?
Como el cuerpo produce cada vez menos coenzima Q10 con el aumento de la edad, se recomienda tomarla a partir de los 40 años. Los estudios en personas mayores muestran que sus niveles de coenzima Q10 son un 50% más bajos que en personas más jóvenes, por lo que deberían considerar complementarl su dieta.
Pero también a los atletas, fumadores y personas que hacen terapia con estatinas, que se utiliza para tratar los niveles altos de colesterol, se les aconseja tomar un suministro adicional. Además, los diabéticos, los asmáticos y las personas que sufren de Parkinson, Alzheimer o enfermedades cardiovasculares también tienen una mayor necesidad. También, a las personas con agotamiento, estrés permanente, migraña o tinnitus también se les recomienda una suplementación de Q10.
Un estudio con pacientes con cáncer en etapa terminal mostró que el tratamiento oral con Q10 y una mezcla de antioxidantes mejoraron sus tasas de supervivencia. El 76% vivió más de lo previsto.
La falta de coenzima Q10 aumenta el riesgo de desarrollar tumores, la enfermedad de Alzheimer o Parkinson. Un nivel bajo de Q10 también puede observarse frecuentemente en pacientes con cáncer.
Los estudios demuestran que los pacientes con tumores pueden beneficiarse de la administración de coenzima Q10 durante la terapia. En un estudio, 84 pacientes con cáncer de mama y marcadores tumorales elevados recibieron tamoxifeno, un fármaco utilizado en pacientes con cáncer de mama y coenzima Q10, así como niacina (vitamina B3) y riboflavina (vitamina B2), con una disminución significativa de los marcadores tumorales.
Un estudio de 9 años con 41 pacientes de cáncer en etapa terminal también mostró que el tratamiento oral con Q10 y una mezcla de antioxidantes mejoró sus probabilidades de supervivencia. El 76% de los pacientes vivieron más de lo previsto.
¿Cómo se reconoce una deficiencia de coenzima Q10?
Una deficiencia de coenzima Q10 puede ser reconocida por varios síntomas. La debilidad muscular y el dolor muscular, así como la debilidad general y la fatiga son los primeros signos de un déficit. También puede manifestarse por calambres en las superficies de los pies y en el interior del empeine.
Para determinar con certeza una deficiencia de coenzima Q10, se recomienda consultar un médico de confianza.