No hay dudas: ¡el sol es importante! Pero, demasiado sol puede dañar la piel y acelerar el proceso de envejecimiento. La pregunta es, ¿cómo podemos disfrutar del sol sin sus consecuencias para la piel?
Al tomar el sol producimos vitamina D. Una deficiencia de esta vitamina aumenta el riesgo de infecciones y enfermedades como la diabetes, la osteoporosis, la depresión y el Alzheimer. La desventaja: Los rayos UV-A y UV-B del sol penetran profundamente en el tejido de la piel. Las quemaduras solares causan un nivel particularmente alto de daño en las células, aumentando el riesgo de cáncer de piel.
El sol, ¿nuestro amigo y enemigo?
Cuánto tiempo podemos estar expuestos a la luz ultravioleta sin protección depende principalmente de nuestro tipo de piel y del tiempo de autoprotección asociado. Personas con el pelo rojo, pecas y piel blanca, no deberían permanecer más de 10 minutos al sol. Si se tiene la piel y el pelo más oscuros, se podría estar unos 30 minutos al sol sin necesidad de protección. Esto nos ayuda a satisfacer nuestras necesidades diarias de vitamina D.
¡Protección solar adecuada!
La protección solar nos protege de los peligrosos rayos solares después de que la autoprotección de la propia piel no pueda. Con una protección solar de un FPS de 30, multiplica el tiempo de protección por 30. En 10 minutos, proporciona un tiempo máximo de 300 minutos al sol. Se necesitaría aplicar la protección cada 2 horas, sobre todo, después de nadar.
Para apoyar la piel desde el interior los antioxidantes, como las vitaminas C y E o los beta-carotenos y el zinc, juegan un papel importante.
¡Protección solar desde adentro!
El «estrés UV» de la piel lo reducimos mejor con el suministro de antioxidantes. La vitamina C ayuda a proteger las células del estrés oxidativo, así como la vitamina E, los beta-caroteno y el licopeno. Una dieta rica en antioxidantes es importante para los que disfrutan del sol de forma regular. Por ejemplo, los albaricoques, los tomates, el aceite de oliva, los pimientos rojos, las zanahorias y los melocotones son ricos en antioxidantes. Una taza de té verde ayuda contra el «estrés UV».
El zinc tiene un efecto sobre el metabolismo celular. Buenas fuentes de zinc son productos animales como la carne, el pescado, los huevos, los productos lácteos, así como la avena, las legumbres y las nueces.
¡Hay que prepararse antes de tomar el sol!
En pocas palabras, es mejor prepararse antes de tomar el sol, bebiendo lo suficiente, o con buenas cremas para la piel. Buenos antioxidantes y zinc completan el kit para preparar nuestra piel para el sol.