Hoy en día, la alergia al gluten ya no es una palabra extraña. El número de pacientes con diversos síntomas está aumentando. Aquí, sin embargo, hay que distinguir tres tipos de fuentes de síntomas: Sensibilidad al gluten, alergia al trigo y enfermedad celíaca.
La creciente oferta de alimentos sin gluten en nuestros supermercados deja claro que cada vez más personas desarrollan sensibilidad, alergias o incluso enfermedades autoinmunes. Los diversos síntomas se pueden tratar de forma permanente y rápida evitando sistemáticamente los alimentos que contienen gluten.
Según los conocimientos actuales, se conocen tres formas de reacción al gluten: la reacción autoinmune (enfermedad celíaca), la reacción alérgica (alergia al trigo) y la reacción probablemente mediada por el sistema inmune (intolerancia al gluten, sensibilidad al gluten).
Una alergia al trigo es una alergia alimentaria clásica que puede afectar a la piel, el sistema respiratorio o el tracto gastrointestinal. La enfermedad celíaca, por otro lado, sólo afecta a la mucosa intestinal, pero es mucho más peligrosa porque sus síntomas pueden pasar de un trastorno intestinal a uno neurológico.
La sensibilidad al gluten aún no se ha definido completamente. Incluye todas las dolencias causadas por el trigo, pero no incluye la alergia al trigo ni la enfermedad celíaca.
¿Qué es el gluten?
El gluten es una proteína, una proteína contenida en muchos cereales. Es más frecuente en el trigo, pero también en la cebada, la avena y el centeno. También se encuentra en los llamados cereales originales como emmer, einkorn y kamut. El gluten tiene un carácter elástico pero estable, por lo que es fácil de procesar. Esta es la razón por la que la harina de trigo se utiliza habitualmente para la producción de alimentos.
Los síntomas de la sensibilidad al gluten van desde náuseas, dolor de estómago, vómitos, diarrea, flatulencia, estreñimiento, hasta dolores de cabeza y trastornos psicológicos y neurológicos.
Sensibilidad al gluten
Esto también se conoce como «sensibilidad al trigo». Según los expertos, la razón de su aumento puede ser las nuevas variedades de trigo ricas en gluten y su mayor uso en alimentos básicos y productos de panadería. Esto sucede por la simple razón de poder procesar mejor los alimentos y hacerlos más duraderos.
Además, las variedades de trigo se alteran para hacerlas resistentes frente a las plagas, lo que también puede desencadenar la sensibilidad al gluten. Como ya se ha comentado, incluye todos los síntomas que pueden ser desencadenados por el trigo sin la presencia de alergia al trigo o enfermedad celíaca. Se supone que se trata de una alteración del sistema inmunológico.
Los síntomas afectan principalmente a los adultos, principalmente a las mujeres, y pueden aparecer horas o días después de comer alimentos que contienen gluten. Van desde náuseas, dolor de estómago, vómitos, diarrea, flatulencia, estreñimiento y dolores de cabeza hasta trastornos psicológicos y neurológicos.
Tratamiento
Básicamente, la enfermedad celíaca, la alergia al trigo y la sensibilidad al gluten se pueden contrarrestar con una dieta sin gluten de duración variable. Sin embargo, en la enfermedad celíaca, la dieta debe mantenerse de por vida. En caso de alergia al trigo, los antialérgicos y la posible desensibilización pueden ayudar. Aquí la dieta no tiene que ser mantenida permanentemente. En el caso de la sensibilidad al gluten, la reducción de los alimentos que contienen gluten y la ingesta de suplementos dietéticos adecuados suelen ayudar.