Con la edad, los órganos sensoriales se deterioran. La pérdida de visión, el oído, el tacto, el gusto y el olfato son consecuencias claras del envejecimiento. Sin embargo, estos, como la demencia, no están preprogramados fatalmente, pero pueden ser influenciados.
La pérdida de audición relacionada con la edad afecta a más del 80% de los mayores de 80 años.
Además de la visión en su defecto, que puede ocurrir tan pronto como 40 años de edad, principalmente la producción de la pérdida de audición es un cambio relacionado con la edad, que también se puede encontrar ya en la edad madura. Con la sordera relacionada con la edad, la audición se pierde gradualmente y de forma simétrica en ambos lados al mismo tiempo.
La causa de la pérdida de audición relacionada con la edad se llama el envejecimiento fisiológico de las unidades funcionales de la cóclea, incluso cóclea, que se acelera por varios factores.
Alrededor del 30% de los adultos de entre 61 y 70 años y más del 80% de los mayores de 80 se ven afectados. La pérdida de audición simétrica conduce a discapacidades sociales, cognitivas y físicas que pueden afectar severamente la calidad de vida de los afectados.
Controlar los factores desencadenantes de la pérdida de audición
Los factores decisivos para el desarrollo de la sordera relacionada con la edad no son solo factores genéticos. Las influencias ambientales y los procesos metabólicos desempeñan un papel decisivo, pero se pueden influir.
El primer objetivo para contrarrestar la pérdida de audición, por lo tanto, debe ser la reducción de los factores externos perturbadores. Esto incluye, en particular, la prevención de las fuentes de ruido, la reducción de medicamentos perjudiciales tales como antibióticos y evitando sustancias extrañas perjudiciales tales como disolventes y metales pesados.
Además, un suministro adecuado de minerales y vitaminas es esencial. Investigadores del Hospital Universitario de Seúl en Corea del Sur examinaron los resultados de 1.910 participantes en un estudio nacional de salud y nutrición. Se enfocaron en un grupo de edad entre 50 y 80 años.
Demostraron que la ingesta de vitaminas (especialmente eficaces fueron las vitaminas A, B, C, y E) en forma de suplementos alimentarios actúan de forma beneficiosa para las personas mayores. Esto confirmó hallazgos que ya podrían obtenerse en experimentos con animales.
Otro factor de riesgo para la pérdida de audición simétrica es la disminución del flujo sanguíneo en los capilares de la cóclea y la consecuente reducción del suministro de nutrientes. Los cambios metabólicos resultantes podrían ser el desencadenante de la pérdida auditiva además del estrés oxidativo.
Sustancias vegetales y minerales bien estudiadas proporcionan una forma efectiva de contrarrestar la pérdida de audición.
La combinación de micronutrientes antioxidantes como la vitamina C, E, A, los ácidos grasos omega 3, el mineral magnesio y la vitamina D, además de una dietarica en vegetales, pueden ralentizar los procesos de envejecimiento en la cóclea e incluso prevenir este proceso. Además, la ingesta de magnesio y el Pycnogenol, con extracto de corteza de pino rico polifenoles puede reducir en gran medida los síntomas del tinnitus.