La pubertad, una fase nada fácil, ni para la persona afectada ni para los padres. La adolescencia es solo una de las muchas fases de la vida, pero una muy significativa, ya que no solo el cuerpo cambia sino que también ocurre una transformación completa en el cerebro.
El término pubertad proviene de la palabra latina «puberatus», que significa madurez sexual. Las chicas desarrollan un poco más temprano que los chicos. Para ellas, la pubertad generalmente ocurre entre las edades de 8 y 11 años. En los niños, sin embargo, la puberta entra entre los 10 y los 16 años de edad.
En los últimos 150 años, edad en la que se entra en la pubertad ha ido disminuyendo. En el siglo XIX, las niñas tuvieron su primer período menstrual entre las edades de 15 y 17 años. La razón por la que la pubertad ha ido evolucionando de esta manera no se puede aclarar todavía. Sin embargo, se cree que los factores ambientales, la dieta, la comida rápida o la falta de actividad física pueden ser los culpables.
Los cambios en la pubertad son provocados por las hormonas sexuales. Para los niños son principalmente los andrógenos como la testosterona y para las niñas los estrógenos. Los cambios hormonales y mentales de los adolescentes generalmente están asociados con la incertidumbre.
La pubertad se caracteriza a menudo por una piel propensa a espinillas y granos, cabellos lacios, sudor de mal olor, cambios físicos extremos e inseguridad. Como resultado, los adolescentes a menudo se distancian, se vuelven desafiantes, ponen a prueba sus límites y ponen a prueba a sus padres.
Mucho más extenso que el cambio físico del cuerpo, es el proceso de remodelación del cerebro. Se trata de una nueva inversión de las estructuras nerviosas en el cerebro. En los cambios hormonales, varias células nerviosas mueren, otras cortan las conexiones, conectan nuevas redes y optimizan la conexión neuronal.
El magnesio, los ácidos grasos omega 3 y el hierro soportan la fase de la pubertad.
La dieta afecta la pubertad
Un estudio de Imogen Rogers de la Universidad de Brighton confirma la relación de la pubertad con la nutrición. Se ha demostrado que las niñas que comen mucha carne en su infancia llegan a la pubertad antes que otras que comen menos carne.
Los estudios de Anette Buyken, nutricionista de la Universidad de Paderborn, también muestran una correlación con la calidad de los alimentos y el contenido de proteínas. En resumen, las comidas rápidas, la fructosa y muchas calorías deben evitarse durante la pubertad. En cambio, los adolescentes deberían comer pescado saludable y realizar más actividades al aire libre.
Las vitaminas y minerales son de particular importancia durante la pubertad.
Apoyar la pubertad
Incluso no habiendo una píldora para la pubertad, con algunos consejos y trucos, esta fase se puede sobrellevar mejor. Una dieta sana y equilibrada puede afectar positivamente las necesidades del organismo en esta fase de cambios. Las vitaminas y los minerales son de particular importancia en esta fase de la vida.
En particular, las niñas tienen una mayor demanda de hierro, un nivel que la dieta no puede cubrir de forma general. Además, los ácidos grasos omega 3 ayudan a apoyar el proceso de remodelación del cerebro. El magnesio es un mineral antiestrés, que también puede ser de gran beneficio en esta fase de la vida, y también para los padres.