La curcuma india (Curcuma longa), también conocida como azafrán indio, y su principal ingrediente activo, la curcumina, son consideradas como verdaderas curas milagrosas para la salud y el bienestar. Se sabe desde hace muchos miles de años que la curcuma calienta por dentro.
Más de 6.000 estudios y miles de años de uso en la medicina india y china documentan numerosas ventajas para la prevención y el tratamiento de enfermedades, el apoyo eficaz, la suplementación o la sustitución de fármacos. En cualquier caso, promueve el sistema inmunológico y aumenta el bienestar general.
Prevenir es siempre mejor que curar
¿Quién no quiere eso cuando todo el mundo tose, se resfría y propaga virus? A veces casi se tiene la impresión de que hay una gran escasez de pañuelos. La siguiente regla se aplica al sistema inmunológico humano: prevenir es siempre más sensato que curar. Esto significa que todos deben prestar más atención a su sistema inmunológico. El fortalecimiento preventivo del sistema inmunológico es simplemente más fácil que tener que lidiar con una infección después.
En muchos países asiáticos, las personas consumen entre 1 y 3 gramos de curcuma al día en sus alimentos. El éxito: los alimentos condimentados con curcuma protegen contra las infecciones bacterianas y virales desde el interior. La combinación de curcuma con pimienta negra ha demostrado ser particularmente eficaz. Sin embargo, el mecanismo de protección no sólo afecta el tracto digestivo. La curcuma también actúa como antioxidante y capta los radicales libres que dañan el cuerpo. Esto evita que patógenos como virus y bacterias penetren fácilmente en nuestras células. Además, promueve la formación de las llamadas células T, que son glóbulos blancos para la defensa inmunitaria.
Especialmente si nuestro cuerpo se siente debilitado o se acerca el momento de la infección, una porción extra de curcuma puede tener un efecto de apoyo. Síntomas como fatiga, escalofríos, dolor muscular y de extremidades están asociados con el inicio de una infección. Pero esto no debería ocurrir en primer lugar. Gracias a su efecto estabilizador sobre la flora intestinal y a la estimulación de sustancias que aumentan el sistema inmunitario (los llamados leucotrienos), la curcuma ayuda a mantener el equilibrio del sistema inmunitario.
Debido a su color amarillo, la curcuma no sólo agrada al paladar, sino que contribuye a que la comida sea digerible y saludable. De este modo, podemos integrar la curcuma regularmente, por ejemplo, de forma estacional en nuestro plan de nutrición diario, con el fin de apoyar al sistema inmunitario de forma preventiva en su lucha contra las bacterias y los virus.
Los ácidos, las toxinas y los productos de desecho se depositan especialmente bien en nuestro cuerpo si no prestamos atención a una dieta equilibrada y rica en vitaminas, si no nos tratamos con suficientes fases de sueño y relajación y si evitamos en gran medida cualquier forma de ejercicio. Esta forma de vida envenena literalmente nuestro cuerpo – y el sistema inmunológico capitulará a largo plazo en forma de un resfriado.
La curcuma tiene un efecto activo contra los virus de la gripe.
La cúrcuma apoya un estilo de vida saludable a través de sus propiedades antisépticas y antibacterianas y también puede ayudar a desintoxicar el cuerpo. Ya en 2013, los investigadores chinos pudieron demostrar en pruebas de laboratorio que la curcuma tiene un efecto antiviral activo contra el virus de la gripe A.
En un estudio realizado por la Southwest University en Chongqing, China, los investigadores probaron con éxito la curcuma en el uso de nanopartículas de plata para tratar el virus RS (virus respiratorio sincitial), que es peligroso para los niños y desencadena enfermedades respiratorias. La infección infantil por el VSR se manifiesta con síntomas como fiebre de 38 a 39,5 °C, secreción nasal, tos y dificultad para respirar. La dificultad para respirar hace que sea difícil beber, lo que puede llevar a la deshidratación. Los bebés a menudo tienen un curso más severo, que puede requerir tratamiento hospitalario.
Durante el primer año de vida, el 40-70% de los niños y al final del segundo año casi todos los niños han tenido la enfermedad una vez, por lo que es una infección extremadamente común. Las infecciones por el VSR a menudo se superponen con la conocida epidemia de gripe.
Los investigadores pudieron demostrar que las nanopartículas de plata modificadas con la sustancia activa curcumina tienen un efecto inhibidor muy eficaz contra la infección por el virus del VSR al inactivar directamente el virus. La curcuma tampoco es problemática para los niños pequeños si se ingiere como especia en cantidades normales.
Para evitar riesgos, generalmente es aconsejable añadir mucha variedad a la dieta. Esto también se aplica a las especias e hierbas. En relación con la curcuma, tenga en cuenta que puede manchar las cosas que entran en contacto con ella, y las manchas son difícil de quitar.
La curcuma junto con la pimienta negra o el té verde no sólo tiene un efecto antiinflamatorio e inmunoestimulante, sino que también activan las llamadas sirtuinas. Las sirtuínas son un grupo de enzimas que apoyan la regeneración de las células y, por lo tanto, participan en el proceso de envejecimiento humano. La ciencia conoce algunas plantas que están involucradas en la activación de las sirtuinas; ejemplos típicos son la curcuma, el té verde o el brócoli. Las sustancias vegetales como el resveratrol o el bioflavonoide quercetina también están estrechamente relacionadas con la actividad de la sirtuina. En resumen, las sirtuinas nos permiten envejecer saludablemente. ¿Son el té verde y la curcuma, no sólo son un estímulo para el sistema inmunológico, sino también una fuente de juventud para nuestras células?