¿Quién no quiere ser capaz de concentrarse en lo esencial, tener una mente clara para los asuntos importantes y reducir el estrés? Para aumentar nuestro rendimiento mental, debemos confiar en tres pilares: el sueño, el ejercicio y la nutrición. Estos crean las condiciones para un pensamiento claro, para la concentración y para la aptitud mental.
Sueño
Una buena noche de sueño es lo mejor que le puede pasar al cerebro. Cuando dorminos, el fluido cerebral fluye a través del tejido, desechando los residuos que el cerebro produce durante el día. Por lo tanto, el sueño puede describirse como una especie de «lavado» para el cerebro. También para los procesos de aprendizaje es esencial dormir bien. Durante las fases de sueño, las impresiones sensoriales y el material de aprendizaje se clasifican y se almacenan, se establecen nuevas conexiones nerviosas y las cosas relevantes se separan de lo irrelevante.
El deporte aumenta el rendimiento mental.
Ejercicio
Como dice el refrán: „cuerpo sano, mente sana“. El ejercicio puede aumentar el rendimiento mental. El deporte y el ejercicio activan las células cerebrales al estimular la circulación de la sangre y bombear oxígeno y nutrientes a las neuronas.
Aprender un nuevo deporte también ofrece grandes beneficios para nuestros cerebros. Si se ejercen nuevos patrones de movimiento, se forman nuevas conexiones entre las células cerebrales. Esto aumenta el rendimiento cognitivo, ya que se activan partes del cerebro menos usadas. Por lo tanto, es posible mejorar el pensamiento lógico a través de un entrenamiento dirigido.
El extracto de semilla de uva y el pycnogenol mejoran la capacidad de toma de decisiones, el estado de alerta y la memoria.
Nutrición
La dieta también juega un papel importante en la optimización de nuestras capacidades mentales. La ciencia conoce varias sustancias naturales que pueden ayudarnos a enfrentarnos mejor en el trabajo, en la universidad o en el colegio.
A diferencia de los medicamentos convencionales, nuestro cuerpo conoce las sustancias de los alimentos y sabe cómo tratarlos, evitando así los efectos secundarios. Un estudio del 2015 de 12 meses de duración con trabajadores sanos y en forma, mostró que la ingesta diaria de 100 mg de un preparado con el ingrediente activo del extracto de semilla de uva y el extracto de corteza de pino (pycnogenol), que se puede mejorar la capacidad de toma de decisiones en un 72%, la capacidad de atención en un 42% y de memoria en un 37,5%.
Los valores del grupo de control permanecieron igual o empeoraron ligeramente. Como el sueño también mejoró en un 72%, esta podría ser una de las razones del mejor rendimiento cognitivo.
Otros ejemplos del mundo vegetal, que ayudan al cuerpo a contrarrestar el estrés y la fatiga resultante, son la llamada rhodiola rosea y la ashwagandha. Además, pueden aumentar el rendimiento mental y reducir los trastornos del sueño y la ansiedad.
Los ácidos grasos omega 3 también juegan un papel importante aquí. Incluso en el útero es indispensable una ingesta adicional porque son cruciales para el desarrollo cerebral del feto. Incluso más tarde, los ácidos grasos omega 3 son de gran importancia porque son esenciales para la función cerebral y el mantenimiento de las células cerebrales.