Los atletas de competición a menudo entrenan durante años para una sola competición para que ese día sean capaces de aprovechar todo su rendimiento. Sin embargo, especialmente el día de la competición, las enfermedades respiratorias repentinas, los resfriados, la tos o la ronquera suelen afectar al atleta. Como veremos pronto, esto probablemente podría prevenirse tomando probióticos a tiempo.
El esfuerzo competitivo y las largas sesiones de entrenamiento fuerzan el cuerpo y hacen que el sistema inmunológico sea más susceptible a las enfermedades, especialmente a las enfermedades de las vías respiratorias superiores causadas por bacterias y virus.
¿Los probióticos pueden fortalecer el sistema inmunológico del atleta y mantenerlo sano en el momento crucial?
Investigadores de la Universidad Médica de Innsbruck han buscado formas de usar probióticos para reducir el riesgo de enfermedades del tracto respiratorio superior o para reducir el tiempo necesario para contraer estas infecciones. Más detalles sobre los probióticos y sus diversas aplicaciones se pueden encontrar aquí.
Los atletas tratados con probióticos enfermeron significativamente menos.
El resultado del estudio con 33 atletas fue que los atletas a los que se les suministró una mezcla de bacterias de las cepas Bifidobacterium bifidium, Lactobacillus acidophilus y Lactobacillus lactis tenían un riesgo significativamente menor de padecer enfermedades respiratorias que el grupo control. Estos atletas no suplementados con probióticos mostraron en comparación una probabilidad 2,2 veces mayor de ser atacados por bacterias y virus.
En promedio, los atletas suplementados con probióticos estuvieron sólo 4,7 días enfermos en lugar de 7,25 días.
La duración promedia de enfermedades junto con la suplementación de probióticos disminuyó de 7,25 a 4,7 días. El mecanismo exacto de acción entre estas bacterias en el microbioma, en el intestino y la reducción del riesgo de padecer enfermedades del tracto respiratorio superior se investigará en detalle en estudios adicionales.
Sin embargo, ya existen hallazgos fiables sobre la eficacia de los probióticos, por ejemplo contra los resfriados, las alergias, la neurodermatitis o como complemento de los antibióticos.