El hierro juega un papel decisivo en el transporte de oxígeno en el cuerpo humano. Esto ocurre a través del pigmento rojo de la sangre (hemoglobina). Investigadores franceses han podido demostrar por primera vez en experimentos con animales que los probióticos pueden mejorar la capacidad de almacenar y distribuir hierro en el intestino.
¿Demasiado o muy poco hierro?
El valor del hierro en la sangre se determina por un conteo sanguíneo tomado por el médico. Si el valor de hierro es demasiado bajo, se prescriben preparados de hierro. El requerimiento diario de hierro es de entre 10 y 30 miligramos, dependiendo del sexo y la edad. El embarazo o la anemia aumentan la necesidad de hierro.
La anemia ferropénica se trata a menudo mediante la administración de altas dosis de sales de hierro. Esto a menudo provoca quejas en el tracto gastrointestinal, como náuseas, dolor de estómago, diarrea, estreñimiento, flatulencia y similares. Menos hierro es a veces más.
Se advierte que un autotratamiento con hierro, puede producir efectos negativos por sobredosis. En los alimentos, el hierro se encuentra principalmente en el hígado, la carne roja, los huevos, el pescado, los productos de grano entero y las verduras de hoja.
Los probióticos podrían reducir los problemas intestinales asociados con la administración de suplementos de hierro.
¿Cómo interactúa el hierro con el microbioma en el intestino?
Los resultados del estudio de investigadores franceses muestran por primera vez que las bacterias intestinales especiales mejoran la capacidad de los enterocitos para almacenar y distribuir hierro. Los enterocitos son células de la mucosa intestinal en el intestino delgado y el colon. Sirven para dividir y transmitir los componentes de los alimentos en el intestino. La colonización del intestino con probióticos aumentó significativamente la capacidad de almacenamiento de hierro y la distribución de hierro de estos enterocitos.
Estos resultados permiten comprender otro detalle del metabolismo del hierro y su interacción con nuestro microbioma. Los resultados de los experimentos de laboratorio con ratones constituyen la base para una investigación prometedora en el futuro.
Si se confirman estos resultados, los probióticos podrían reducir los efectos secundarios de los suplementos de hierro. Esto mejoraría significativamente las opciones de tratamiento para la deficiencia de hierro.