El síndrome premenstrual (SPM) dificulta la vida de aproximadamente una cuarta parte de las mujeres, especialmente a partir de los 30 años: los altibajos de las hormonas en los días anteriores al período suelen provocar cambios de humor, calambres en el abdomen, dolores de cabeza, dolor de espalda o incluso ansiedad.
En el 5% de las mujeres, estas fluctuaciones en el bienestar físico y mental son tan graves que la calidad de vida se reduce considerablemente.
Las vitaminas del grupo B aseguran que las mujeres sientan menos fluctuaciones hormonales antes de sus períodos.
Lo que las vitaminas B1 y B2 pueden hacer
Con la ayuda de la medicina ortomolecular, el sufrimiento de las mujeres afectadas puede aliviarse considerablemente sin efectos secundarios, según un estudio inglés con más de 3.000 participantes.
En particular, las vitaminas del grupo B tiamina (B1) y riboflavina (B2) aseguraron que más de un tercio de los participantes delel estudio sufrieron con menor frecuencia el síndrome premenstrual que las mujeres del grupo de comparación con la ingesta más baja de B1 y B2.
El calcio y la vitamina D facilitan el SPM
Además de las vitaminas tiamina y riboflavina, los investigadores también encontraron evidencia de que los dos nutrientes óseos, el calcio y la vitamina D, pueden aliviar los síntomas del síndrome premenstrual.
Especialmente sobre el uso de calcio en el SPM, se dispone de muy buenos datos desde hace mucho tiempo. Entre otras cosas, un estudio de evaluación de micronutrientes y SPM confirmó el efecto calmante del calcio.