La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, es una enfermedad que no se reconoce inmediatamente porque no tiene ningún síntoma distintivo. Esta es la razón por la cual la presión arterial alta es tan peligrosa y el factor de riesgo más grande para las enfermedades cardiovasculares como los derrames cerebrales o los ataques cardíacos. La hipertensión también puede provocar demencia, insuficiencia renal y cardíaca.
La presión arterial alta no sólo es hereditaria, sino que también es causada por una nutrición deficiente, muy poco ejercicio, estrés y deficiencia de magnesio.
La presión arterial alta puede ser hereditaria, pero también puede estar relacionada con una dieta incorrecta. Demasiada sal, demasiada grasa y demasiada azúcar – esto, junto con la falta de ejercicio, puede llevar a un aumento de la presión arterial. Sobre todo, una dieta alta en sal es peligrosa para los pacientes propensos a la hipertensión. Además, la llamada sensibilidad a la sal aumenta con la edad.
Estudios han demostrado que en las personas que no sufren de hipertensión arterial, la ingesta adicional de sal a sus hábitos alimenticios diarios aumenta considerablemente la presión arterial. También hay indicios de que un alto consumo de sal puede llevar a una disminución de la densidad ósea (más información al respecto aquí).
El estrés también puede llevar a un aumento de la presión arterial. Por lo tanto, los médicos recomiendan un cambio en el estilo de vida y la dieta si uno ya sufre de hipertensión, pero también para la prevención.
La presión arterial óptima no debe exceder el valor inferior (diastólico) de 80 mmHg y el valor superior (sistólico) de 130 mmHg. La presión arterial normal está entre 120 y 129 mmHg del valor máximo y entre 80 y 84 mmHg del valor mínimo. Si se superan estos valores, se habla de hipertensión.
¿Qué influencia tiene el magnesio en la presión arterial alta?
Se ha sabido a partir de varios estudios que los pacientes que sufren de presión arterial alta a menudo tienen una deficiencia de nutrientes. Esto es un efecto secundario de los medicamentos antihipertensivos. Esto puede llevar a una deficiencia de magnesio, potasio o zinc, así como a una deficiencia de vitamina D. La vitamina D también tiene un efecto antihipertensivo comprobado (más información aquí). La deficiencia de magnesio también ha demostrado ser un factor en el desarrollo de la hipertensión.
Una ingesta diaria de 370 mg de magnesio redujo la presión arterial sistólica y diastólica en los estudios.
Un meta-análisis realizado por investigadores británicos de la Universidad de Hertfortshire examinó en 22 estudios la relación entre el consumo de magnesio y la presión arterial. Se analizaron los datos de un total de 1.173 pacientes, y se observaron reducciones en la presión arterial sistólica y diastólica. Este efecto fue más evidente con una dosis de 370 mg de magnesio al día.
Los investigadores también notaron una reducción en el consumo diario promedio de magnesio de 500 mg/día en 1900 a sólo 175 mg/día en la actualidad. Una conexión bastante interesante, si se considera el aumento explosivo de las llamadas enfermedades de la civilización en el mismo período.
Según investigadores suecos, 100 mg de magnesio adicional redujeron el riesgo de accidente cerebrovascular en un 8%.
Este es un hallazgo importante, especialmente cuando se combina con un análisis previo de investigadores suecos. En el Instituto Nacional de Medicina Ambiental de Estocolmo, examinaron un total de siete estudios con más de 6.000 accidentes cerebrovasculares de más de 241.000 participantes. Su resultado: Un aumento de la ingesta de magnesio de 100 mg/día resultó en una reducción del riesgo total de accidente cerebrovascular de un 8%.
¿Cuáles son las posibilidades de ingesta de magnesio?
Por lo tanto, la ingesta de magnesio es de gran ventaja para la prevención así como para el tratamiento farmacológico y no farmacológico de la hipertensión. En general, el efecto antihipertensivo del magnesio reduce la necesidad de otros medicamentos, lo cual es un beneficio adicional para los pacientes. También se recomienda el control regular de la presión arterial. Si usted ya tiene la presión arterial alta, vale la pena echar un vistazo al estado de magnesio.
La ingesta selectiva de magnesio no sólo es una opción terapéutica sin efectos secundarios y rentable, sino que también ofrece otros beneficios de gran alcance para la salud, como la lucha contra la diabetes, la migraña o el aumento de la felicidad y la calidad de vida.
Otros nutrientes como el potasio y especialmente los ácidos grasos Omega 3 también pueden ayudar a reducir la presión arterial como tratamientos complementarios. La vitamina D del sol también puede desempeñar un papel importante en la regulación de la presión arterial. En cualquier caso, es aconsejable consultar al médico.