El Alzheimer puede afectarnos a cualquiera de nosotros. Durante décadas, los científicos han estado buscando un medicamento que pueda curar la enfermedad del Alzheimer. A pesar de algunos avances en la investigación de los últimos años, todavía no existe una forma eficaz de abordar este problema. Sin embargo, esto no significa que no podamos frenar o prevenir la enfermedad.
La enfermedad de Alzheimer, también conocida como demencia senil, es una enfermedad compleja relacionada con la edad caracterizada por la pérdida progresiva de células nerviosas y, por lo tanto, de la función cognitiva.
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por síntomas como confusión, pérdida de memoria y dificultades con el pensamiento abstracto y el cumplimiento de tareas familiares. Además, hay desorientación espacial y temporal, problemas con el lenguaje y un cambio de humor. A medida que la población envejece, más y más personas sufren de esta enfermedad. El riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer es sólo hasta cierto punto porque esta enfermedad se puede heredar.
Los tratamientos actuales no pueden revertir ni detener la progresión de la enfermedad, lo que subraya la necesidad de nuevas terapias más eficaces. Ahora se sabe que el estilo de vida individual es de gran importancia y que esto puede retrasar la aparición de los síntomas.
Un estilo de vida que promueve la salud cerebral tiene un efecto positivo inmediato en la memoria y el rendimiento cerebral.
Con esta declaración, el Dr. Gary Small, profesor de psiquiatría y experto en investigación cerebral, subrayó la importancia de nuestro estilo de vida y estado físico para la salud cerebral.
El entrenamiento físico regular previene la enfermedad de Alzheimer. Como resultado, la probabilidad de contraer la enfermedad de Alzheimer es un 40% menos. Los ejercicios mentales y un enfoque relajado frente a situaciones de estrés también pueden prevenir la enfermedad. Un sueño reparador y pausas regulares en la vida diaria para meditar o hacer ejercicios de respiración también contribuyen a ello.
El cannabidiol reduce las áreas dañadas del sistema nervioso central o del cerebro y ayuda a formar nuevas células nerviosas.
Pero, ¿qué podemos hacer más allá de nuestro estilo de vida saludable para prevenir el Alzheimer?
Aquí entra en juego el llamado Cannabidiol (CBD). El CBD se encuentra en la planta del cáñamo y tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Además, no tiene ningún efecto psicodélico, por lo que es legal en la mayoría de los países.
Los estudios demuestran que el cannabidiol es capaz de reducir las áreas dañadas del sistema nervioso central o del cerebro y de formar nuevas células nerviosas. El CBD tiene como objetivo contrarrestar las consecuencias neuroquímicas e inflamatorias de la demencia senil y puede tener un efecto protector.
Los estudios han demostrado que la inflamación del tejido nervioso juega un papel decisivo en el desarrollo de la demencia senil. Al tomar cannabidiol regularmente, es posible evitar nuevos casos e incluso retrasar las enfermedades de Alzheimer existentes.